Llego marzo, sinónimo de ajetreo laboral y familiar. Comienzan las rutinas escolares, el trabajo se intensifica y el correr de un lado para el otro se hace parte de la rutina diaria. Involucrarse con nuestros niños, no como robot sino desde la confianza, amor propio y respeto al otro es una urgencia a nivel mundial.
Para los padres este mes resulta caótico, si bien es importante preocuparnos de que el regreso a clases sea de manera ordenada, responsable y cumplir con una serie de requisitos que el establecimiento educacional nos impone: útiles, almuerzos, normas covid, puntualidad en horarios, también es un “deber urgente” enseñar a nuestros niños lo que implica volver al colegio. Revisar sus mochilas y tareas no sólo es lo más importante. Enseñar el respeto, la empatía y el juego en un entorno sano es una prioridad.
A raíz de los impactantes casos de bulling que hemos sido testigos en este último tiempo; y que han desencadenado suicidios y finales trágicos, es vital enseñar el respeto por el otro. Recordar a los padres y apoderados que los escolares en sus mochilas no sólo van cargadas de cuadernos, colaciones o libros; sino que también van llenas de sueños. Y es nuestro deber que ellos se cumplan de la forma más esperanzadora y feliz posible.
Según estadísticas en Chile, en un periodo muy corto del 2020 al 2021, el aumento de casos de bulling en colegios ha subido sobre un 40%. Asimismo, esta cifra es aún más preocupante considerando que el comportamiento cada vez es más agresivo ante las víctimas.
La psicóloga Claudia Chavarría enfatiza: “Se debe generar un cambio comunicacional entre el adulto y los infantes. Trabajar y fomentar desde los padres hacía los hijos las relaciones de confianza y respeto, donde enseñar la empatía y el ponernos en el lugar del otro debe ser una prioridad a la hora de educar y hablar estos temas.”
Asimismo, señala que la influencia de las redes sociales es un tema que como padres es una urgencia. La sobreexposición, las críticas o mofarse del otro; es una constante que está presente en estas plataformas virtuales, por lo tanto es importantísimo siempre estar presente en lo que el niño ve y sigue por RRSS”.
Explicar que ser gordo, alto, flaco, moreno, blanco, extrovertido o tímido son sólo características que posee un ser humano, ya que todos somos distintos, y ese es precisamente el valor de cada persona, ser únicos e irrepetibles.
En tanto, argumenta: “Sí los niños cuentan con esa base desde pequeños, es poco probable que en la adolescencia sean posibles agresores o se dejen agredir”. Y finaliza: “Entender y enseñar que cada personalidad tiene sus fortalezas y debilidades. Desde cualquier rol: Padres, amigo, hermano, abuelo, etc se debe enfocar en lo positivo de cada ser humano, porque desde el amor y afecto se pueden corregir las debilidades y mejorar las relaciones desde y hacia el entorno”.
Es vital que nuestro trabajo como padres sea criar niños que hagan un mundo más amable y con más corazón. No tiene ningún sentido educar a infantes a la defensiva por sobrevivencia. Motivar y decir que el dolor del otro importa y no es broma, que hacer sentir mal a alguien no es divertido y tampoco es “cool”, es un mensaje que se debe grabar a fuego en sus mentes. Porque la prevención del bulling es una tarea que comienza desde el hogar.